Conciudadanos, no podemos escapar de la historia. Nosotros, de este Congreso y de esta administración, seremos recordados a pesar de nosotros mismos. Ningún significado personal, o insignificancia, puede perdonarnos a uno u otro de nosotros. La prueba de fuego por la que pasamos nos iluminará en honor o deshonra, a la última generación.