Por cierto, las películas son como eventos deportivos en el sentido de que eres tan bueno como la película en la que te encuentras. Puedes sentarte en una habitación durante 20 años e ir a hacer una película y simplemente matar en ella y pasar a la cabeza de línea de nuevo. De la misma manera, puedes hacer cinco películas al año y, si son malas, no es nada.