El instinto —del latín instinctus ‘impulso, motivación’ y este del verbo instingere, a su vez formado por el prefijo in−, ‘desde adentro, interno’ y el verbo stingere, ‘pinchar, impulsar, motivar’— es un complejo de reacciones exteriores, determinadas, hereditarias, comunes a todos los individuos de la misma especie y adaptadas a una finalidad, de la que el sujeto que obra generalmente no tiene conciencia.
Se define biológicamente como una pauta hereditaria de comportamiento cuyas características son las siguientes: