Ahora descubrí que la araña no puede fijar su hilo a nada sin imprimir la parte trasera de su cuerpo en el lugar, por cuya presión emite un número increíble de hilos excesivamente pequeños que divergen en todas direcciones de donde podemos concluir que tan pronto como el los hilos están expuestos al aire, pierden su viscosidad o calidad pegajosa.