He argumentado durante años que no tenemos un sistema de atención médica en Estados Unidos. Tenemos un sistema de manejo de enfermedades, uno que depende de medicamentos y cirugías terriblemente costosos que tratan las condiciones de salud después de que se manifiestan, en lugar de brindarles a nuestros ciudadanos una dieta, un estilo de vida y herramientas terapéuticas simples para mantenerlos saludables.