Adolf Loos

No conviene utilizarlo con formas cuyo origen está íntimamente ligado a un material específico simplemente porque ...
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No tengas miedo de que te llamen anticuados.

Los tribunales de justicia deben aparecer como un gesto amenazador hacia el vicio secreto. El banco ...
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La arquitectura despierta sentimientos en el hombre. La tarea del arquitecto, por tanto, es precisar esos ...
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La oferta y la demanda regulan la forma arquitectónica.

¿De ahí se sigue que la casa no tiene nada en común con el arte y la arquitectura no debe incluirse en las artes? Solo una parte muy pequeña de la arquitectura pertenece al arte: la tumba y el monumento. Todo lo demás que cumpla una función debe ser excluido del dominio del arte.

A principios del siglo XIX abandonamos la tradición, es en ese momento que pretendo renovarla porque el presente se construye sobre el pasado así como el pasado se construyó sobre los tiempos que le precedieron.

El hombre ama todo lo que satisface su comodidad. Odia todo lo que quiera sacarlo de su posición adquirida y asegurada y eso lo perturbe. Por eso ama la casa y odia el arte.

La arquitectura despierta sentimientos en el hombre. La tarea del arquitecto, por tanto, es precisar esos sentimientos.

La casa tiene que complacer a todos, al contrario que la obra de arte que no lo hace. El trabajo es un asunto privado del artista. La casa no lo es.

La casa tiene que servir a la comodidad. La obra de arte es revolucionaria, la casa es conservadora.

La ciudad de Potemkin de la que deseo hablar aquí no es otra que nuestra querida Viena.

La habitación tiene que ser cómoda, la casa tiene que parecer habitable.

La obra de arte muestra a las personas nuevas direcciones y piensa en el futuro. La casa piensa en el presente.

La obra de arte se trae al mundo sin que sea necesaria. La casa cumple un requisito. La obra de arte no es responsable ante nadie, la casa es responsable ante todos. La obra de arte quiere sacar a las personas de su estado de comodidad.

La oferta y la demanda regulan la forma arquitectónica.

Los cambios en la forma tradicional de construcción solo se permiten si son una mejora. De lo contrario, quédate con lo tradicional, porque la verdad, aunque tenga cientos de años tiene un vínculo interior más fuerte con nosotros que la mentira que camina a nuestro lado.

Los tribunales de justicia deben aparecer como un gesto amenazador hacia el vicio secreto. El banco debe declarar: aquí su dinero está seguro y bien cuidado por personas honestas.

No conviene utilizarlo con formas cuyo origen está íntimamente ligado a un material específico simplemente porque no se interponen dificultades técnicas.

No tengas miedo de que te llamen anticuados.

Sea sincero, la naturaleza solo se pone del lado de la verdad.